"Mientras ustedes no sean dueños de su alma, no lo serán de la mía."

Te voy a exorcizar.

jueves, 21 de julio de 2011

"Cuando estás en el campo de batalla, por quien luchas es por el hombre que tienes al lado"

He tenido uno de esos momentos de amor fulminante: este verano le ha tocado a esa trepidante obra maestra de 196ypico, que es La gran evasión.
La historia consiste, básicamente, en Charles Bronson cavando, escenas en las que probablemente pasaban muchas cosas pero yo sólo podía ver a Steve McQueen siendo fabuloso con una pelota de béisbol y James Garner y cía corriendo para que la Gestapo no les echara el guante.
No, en serio. Alucinante. Los 168 minutos más cortos de mi historia con el cine.
Como soy absolutamente incapaz de redactar algo coherente cuando me emociono, vamos por guiones:

-Lo que más valoro en una peli es que el director tenga claro qué quiere contarme y creo que John Sturges lo cumple. La historia se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial y está el contexto de Aliados contra Nazis malérrimos, libertad contra la dura bota de la tiranía... etc peeeero Mr Sturges se planta y se niega a hacer otra película bélica, bien hecho, jefe(de todas formas en unos años Kubrik habría dejado tu film a la altura del betún con esa pedazo de Chaqueta metálica).
La gran evasión no es una película de guerra, ni siquiera de prisioneros(aunque los protagonistas estén encerrados)es una película de hombres libres, de cómo la única manera de perder la libertad es dándose por vencido, entregándola. Es un relato sobre cómo la libertad es la única patria por la que merece la pena dar la vida. Me gusta.
-Además, la cinta de Sturges es un poema de amor al compañerismo, al amor fraternal(y no tan fraternal)entre compañeros de armas, entre hombres libres. Hay tres ejemplos a los que yo les haría un monumento, pero mis dos favoritos son:
·Hendley y Blythe, el caradura y el falsificador, el americano y el inglés... cuando alguien me pregunte qué es para mi el amor, mi respuesta será detallar con una obsesividad enfermiza la escena en la que Hendley recibe los productos que han conseguido escamotear de las provisiones que les intentan hacer llegar los aliados y pone una mueca de fastidio porque NO HAY TÉ para el britaniquísimo Blythe. ¡Cállate!, en mi cabeza pasa así... Por supuesto, luego arriesga su huida para que Blythe pueda escapar, le hace de lazarillo y le miente, todo por amor, pero... ¡el té! Si habéis visto la película entenderéis hasta que punto el té es como un juramento de amor eterno para Blythe.

"Colin: Me temo que el té es malísimo. He usado la misma bolsa al menos veinte veces. No es que importe mucho. De todos modos, el té sin leche es tan poco civilizado, ¿verdad?"


Los productores le dieron muchas vueltas a esta peli, porque temían arriesgar su dinero en una historia bélica sin romance de por medio. Sin romance. Ais, qué equivocados estabais. Una de las mayores historias de amor jamás contadas.

"Hendley: Colin no está ciego mientras vaya conmigo y Colin irá conmigo."

Amor y té. Siempre té.

"Colin: Roger tiene razón, yo no debería huir. Mis ojos están cada vez peor. Creo que es miopía progresiva. Puedo ver muy de cerca pero tú, no eres más que una mancha.

Hendley: Lo sé, Colin. Y nos irá bien. ¿Tienes té?

Colin: Naturalmente.

Hendley: Entonces tomaremos el té.

Colin: Espléndido."


·Ives y Hilts, el espíritu y la rebeldía, Angus Lennie y Steve McQueen... Parte de mi profundo amor por la relación entre estos personajes es lo que les une, la única cosa que tienen en común: la tendencia suicida a los actos de heroísmo estúpidos e innecesarios. Ambos se chupan horas y horas de nevera(aislamiento)por el impulso del orgullo y en este tiempo se hacen amigos, hermanos. Hilts es el prototipo de capitán del ejército del aire americano: fuerte, independiente e individualista a muerte, ni siquiera pretende participar en la huida masiva, hasta que los alemanes se cargan a Ives, el único hombre con el que quería escaparse, mientras intenta huir en un momento de descuido. Entonces se dedica a vengarse de los nazis ayudando en la huida, porque el no creía en el grupo, pero, joder, como creía en su hermano. De verdad, Hilts, te quiero. Por cosas cómo ésta:

"Von Luger: ¿Todos los oficiales americanos son tan maleducados?
Hilts: Sí, aproximadamente el 99 por ciento.
Von Luger: Entonces, quizás mientras este usted con nosotros, tendrá posibilidad de aprender algo. Aislamiento de diez días, Hilts.
Hilts: "Capitán" Hilts
Von Luger: Veinte días.
Hilts: Bien. ¿Ah, uh, estara usted aqui todavia cuando salga?
Von Luger: Nevera"

-Por último, otro de los aspectos que contribuyó a mi enamoramiento, cuando tras mucho cabrear a los nazis con sus insolencias y sus huidas en moto vuelven a coger a Hilts, vuelven a meterle en la nevera y entonces saca la puñetera pelota y comienza a lanzarla, lo que nos dice que ya está pensando en la próxima huida. Ésa es la magia de éste film: algunos mueren, otros vuelven a ser capturados pero, después de todo, no hay espíritu de derrota, no hay lágrimas. Lo que hay es una pelota de béisbol y alguna rendija por la que colarse. Tal vez una moto, si Steve McQueen tiene suerte.

"Hilts: Aún no he visto Berlín, ni desde tierra, ni desde el aire. Y planeo verla de ambos modos antes de que termine esta guerra."